Para esta exposición virtual hemos seleccionado documentos escritos del Archivo Municipal, relacionados con la labor de Trino González de Quijano como gobernador civil durante su breve mandato en Alicante (del 22 de agosto al 15 de septiembre de 1854), cuando la enfermedad del cólera morbo estaba en su apogeo. Sus disposiciones gubernativas quedan reflejadas en los partes médicos y estadillos de fallecidos. Incluimos también unas publicaciones contemporáneas en torno a su figura, así como un escrito de su hija solicitando el reconocimiento de su padre, nombrándole hijo adoptivo. El monumento que se levantó en su memoria aparece en varias fotografías de Francisco Sánchez y en grabados y postales de la época.
Don Trino González de Quijano, nació en Guetaria (Guipuzcoa) el día 8 de mayo de 1808. Hijo de José González de Quijano de Hijar y de doña Mª Luisa Iturregui de Guetaría. Ingresó en 1823 en el Real Cuerpo de Guardia, llegando a ejercer el cargo de de alférez de caballería. Abandonó su carrera militar para dedicarse a la politica, convirtiéndose en un miembro destacado del partido Liberal y Progresista. Contrajo matrimonio con doña Adelaida Polverosi, de ascendencia italiana, se convirtió en intendente de rentas en Navarra durante la guerra civil y carlista entre el periodo de los años 1833-1839. Fue jefe politico y gobernador civil en las Canarias en 1843.
Una de las más terribles epidemias de la historia de la humanidad fue la del cólera morbo que se propagó con rápidez en el año 1854, por Asia, Europa y América.
En Alicante, en 1854, la ciudad era una urbe encintada por grandes murallas, superpoblada, sin posibilidad de expansión e insalubre.
La epidemia causó graves estragos en la poblacion y 1964 fallecidos en 47 días que duró la epidemia. La falta de higiene fue uno de los motivos que desencadenaron el contagio. De los 18000 habitantes existentes en 1854, 8000 huyeron a pueblos o fincas.
El 16 de agosto de 1854 se nombró gobernador de Alicante a Don Trino González de Quijano para que pusiera freno a esta terrible epidemia. Realizó una gran labor humanitaria, fue generoso con las familias necesitadas a las que dio dinero de manera desinteresada. Visitó a los enfermos y estableció una norma de exención de pago de tributos para los ciudadanos. También organizó un sistema de guardias médicas en el edificio de la planta baja del Ayuntamiento de Alicante dónde asistian tres médicos y cuatro prácticantes entre las 10 de la noche hasta las 5 de la madrugada. En la semana del 23 al 29 de agosto visitó pueblos de la provincia. Su ejemplar labor hizo que la reina Isabel II, le concediera el 5 de septiembre la gran Cruz de Isabel la Católica.
Enfermó cuando la epidemia en Alicante estaba remitiendo el 14 de septiembre y falleció al dia siguiente. Su muerte fue muy sentida en la ciudad y se construyó un monumento en su memoria que se inauguró el 16 de septiembre de 1857. Todos los años se organizaban actos conmemorativos por su fallecimiento.
En la actualidad estamos padeciendo a nivel mundial esta terrible pandemia del COVID 19 que nos ha hecho recordar la que hubo hace ciento sesenta y seis años y dar noticia de la labor humanitaria realizada en pocos días por el gobernador don Trino González de Quijano.