Pensar en las Hogueras de San Juan que se vienen celebrando, año tras año, desde su fundación en 1928 por José Mª Py, nos hace reflexionar sobre aquellas gentes que se involucraron en la organización de estas fiestas.
A veces hemos oído la frase de”Una imagen vale mil palabras” y no nos debe extrañar cuando a través de instantáneas de la vida cotidiana, una simple imagen nos transmite las costumbres y raíces culturales de personas y colectivos sociales.
La organización de estas fiestas pueden parecer sencillas, a ojos del profano en estos temas, por tratarse siempre del mismo tipo de eventos. Sin embargo no es así ya que detrás hay un gran número de personas que hacen posible su funcionamiento, trabajando todo el año para ello.
Empecemos destacando la aportación de los artistas-constructores de las hogueras que tras ver quemar su obra, comienzan a inspirarse en lo que será el boceto para la elaboración de la próxima.
Los actos de las fiestas de hogueras comienzan con la elección de la belleza y damas que en los años cuarenta se celebraban en el mes de abril en el Monumental. Le seguían otros de la Comisión Gestora y el día de la lectura del pregón se inauguraba de manera oficial las Hogueras de San Juan. Después vendrá la plantá de hogueras y barracas, los desfiles de música y carrozas, el adorno e iluminación de las calles de nuestra ciudad, para finalizar con la Cremá en la noche mágica de San Juan.
El Archivo Municipal ha seleccionado del fondo fotográfico de Francisco Sánchez Ors, imágenes poco conocidas y que despertaran el recuerdo de más de un alicantino sobre las Hogueras de San Juan. No se puede entender el siglo XX en nuestra ciudad sin el legado gráfico de Paco Sánchez. Con una actividad que se extiende desde los años treinta hasta su fallecimiento en 1974, fotografiando paisajes urbanos y humanos, en busca del documento pero también del motivo artístico. En esta selección hemos querido incluir diversos aspectos de su fondo dedicado a las Hogueras, intentado que fueran fotos no publicadas y que abarcaran tanto los actos y los monumentos efímeros como la presencia constante del pueblo en estas celebraciones.