Desde el 10 de marzo en el Centro Municipal de las Artes La colección «LIFE» es un diario de vida que representa un viaje por la consciencia hacia las profundidades del ser, como
Desde el 10 de marzo hasta el 28 de abril en el Centro Municipal de las Artes
La colección «LIFE» es un diario de vida que representa un viaje por la consciencia hacia las profundidades del ser, como fuerza para encontrar la armonia y el impulso del desarrollo personal. Invita a la reflexidn sobre la transitoriedad de la vida, con el cambio como elemento fundamental y modulador del camino vital.
Partiendo de esta premisa, «LIFE» se manifiesta a modo de ritual, intimo y personal, en la búsqueda del equilibria, impulsado por la autoconsciencia y la compenetración con la naturaleza.
Con esta filosoffa, el lienzo se convierte en un mensaje cargado de simbolismo. A través del lenguaje de las formas, texturas y relieves, enmarca el significado de la existencia, mientras que la riqueza de los colores y sus combinaciones evoca espacios etéreos, sumergiéndonos en la pureza y diversidad de emociones.
La artista
Con una base formativa en Ingenieria Quimica y una extensa trayectoria profesional como directora en una importante compañía multinacional de la moda, Mariam Cremades inicia su trayectoria artística movida por la influencia de un padre pintor, así como el paisajismo de William Turner, la pincelada dramática de Vincent van Gogh, la vivacidad del trazo de Jackson Pollock o el minimalismo colorista de Mark Rothko.
Sus primeros trabajos dejan al descubierto una mirada pasional y expresionista que evolucionará, de rnanera autodidacta y por medio de la experimentacion, la creatividad y la sensibilidad, hacia derivas conceptuales mucho mas íntimas y minimalistas. Perfeccionando un trazo limpio y armónico, en su récnica auedan siempre patentes los recursos plásticos de la artista subrayados por medio de la contraposición y degradación cromática, tanto en oleo como acrílico, y pronunciadas texturas que marcan un camino nacia la pintura escultórica.
La obra de Mariam Cremades combina color, trazo, textura y luz en un particular juego de vibraciones sensoriales que buscan la compenetración entre individuo y naturaleza.