La pieza se trata de una lámina intervenida, de 30 cm. de alto por 20 cm de ancho, con diez plegados horizontales y dos verticales.
El artista alicantino Eduardo Lastres, ha sido el encargado de realizar la pieza que se entragará a Gustavo Torner como el I Premio Eusebio Sempere de la creación y el pensamiento artístico.
Lastres, ha sido elegido por su estrecha relación con Sempere. Tal y como ha señalado "conocí a Sempere cuando yo tenía 18 años, allá por 1964, y mantuvimos una relación de amistad hasta su fallecimiento, una relación íntima, de admiración por mi parte y de gran generosidad por la suya. Nos encontrábamos en su casa de Madrid o en Alicante, en mi casa de campo de Sax, donde nos reuníamos con amigos comunes como Enrique Cerdán Tato, Ernesto Contreras, entre otros, Arcadio Blasco, José María Soler…. Era habitual que pasáramos horas hablando sobre arte, pensamiento, política, relaciones humanas, sobre la vida".
"Considero que es un gran honor rendirle este homenaje, con la realización de una escultura, para simbolizar la entrega de un premio a importantes trayectorias artísticas, un premio que lleva su nombre, como uno de los más importantes artistas españoles de la segunda mitad del siglo XX. Un Alicantino cuyo último gesto de gran generosidad fue donar una de las mejores colecciones de arte del siglo XX que podemos encontrar en la actualidad en nuestro país, no solo por los nombres que acoge sino por la exquisita y rigurosa selección de las piezas, escogidas por el criterio de excelencia de Eusebio Sempere".
EL PREMIO
La escultura está realizada en acero inoxidable, con la intervención de la mecánica industrial de plegado para la fabricación de todo tipo de obras que se construyen con este material.
Conceptualmente me baso en la geometría de Sempere, en la repetición de líneas y espacios que caracterizó su creación artística. Para ello, me sirvo de una lámina de acero inoxidable de 2mm de grosor, en la que voy creando estos ritmos en su superficie pulida, a partir de unas líneas paralelas que se han creado por medio del plegado de la lámina con grandes y pesadas prensas. Este plegado, que se ha realizado alternativamente por el anverso y el reverso de la lámina, crea la contraposición de planos, en los que la luz incide desde diferentes ángulos, siguiendo las pautas referenciales del Op art, luz y movimiento.
La pieza surge a partir de unos dibujos previos, siempre pensando en dar volumen a la lámina intervenida, una lámina de 30cm. de alto por 20cm de ancho, con diez plegados horizontales y dos verticales, acortando la dimensión de la pieza de los 20 centímetros iniciales a unos 11cm., en su lado más corto.
Recurro a una base transparente de metacrilato, con apenas una incisión en su base donde va encastrada la lámina de acero, creando el efecto de que es una lámina de luz suspendida en el aire.
La realización de esta pieza, homenaje a Sempere, mi amigo y maestro, me ha llevado a reflexionar sobra las influencias que un creador recibe a lo largo de su trayectoria. Yo lo conocí cuando estaba inmerso en una obra figurativa, expresionista, manifestaciones que Sempere había abandonado para dedicarse plenamente a la abstracción geométrica. Simultáneamente a la figuración, también ensayé e investigué el mundo de la abstracción y de la geometría, pero hasta hace pocos año no me vi tan cercano a la obra de Sempere, jugando con la luz y el movimiento, como elementos que dibujan los ritmos visuales de las piezas.
Toda una aventura, un grato encuentro con Sempere, siempre en diálogo con el arte.